Mantener la cocina organizada es, tal vez, una de las tareas domésticas más difíciles: es un lugar donde se cocina, se ensucia y hay que mantenerlo limpio constantemente. Además nunca falta la instancia de tener que ordenar los cubiertos, los utensilios y aquellas cosas que, seguramente, alguien más utilizó en algún momento del día. ¿Te pasó alguna vez de no recordar dónde guardaste ciertos elementos de cocina?

1. La vajilla que usamos a diario debe estar en la alacena más accesible, y generalmente ésta está arriba, no abajo y cercana a la mesa. Allí guardá los platos y vasos.

2. Los cajones: el primero es para los cubiertos, el segundo para los utensilios y el tercero para los individuales y repasadores. Si tenés la suerte de contar con más de tres, seguó por las bolsas de residuos, papel aluminio y film, servilletas, fósforos, etc.

3. Los plásticos: tuppers, platos y vasos infantiles, embudo, vaso medidor, etc. lo ideal es que vayan todos juntos. Las tapas por un lado, todas adentro de un contenedor de mayor a menor y los recipientes uno dentro de otro, de igual manera. Lo mismo sucede con las fuentes de vidrio o las de metal. Cada uno por separado, agrupados entre sí de acuerdo al material.

4. Las ollas y sartenes también apilalas de mayor a menor. Las tapas las podés poner adentro de un contenedor o en un soporte tipo escurridor de platos, todas paraditas al igual que las tarteras y sartenes.

5. Es ideal separar los productos cerrados de los abiertos. De esta forma no vas a abrir dos iguales a la vez, consumís, cuidás y comprás eficientemente.